Revisión de Nightstream 2020: CUALQUIER COSA PARA JACKSON ilustra cuán peligrosos pueden ser los acuerdos con el diablo

El dolor es una emoción poderosa. Puede apoderarse de nuestras vidas, colorear nuestros días y llevarnos a hacer las cosas más inimaginables. La historia de Cualquier cosa por Jackson está alimentado por tal dolor. Sigue a Henry y Audrey Walsh (Julian Richings y Sheila McCarthy), una pareja de ancianos que lamenta la trágica pérdida de su hija y su nieto y busca respuestas. Encuentran esas respuestas en un culto satánico. Sus estudios los llevan a un antiguo ritual que promete la resurrección de su nieto, Jackson, a través del cuerpo anfitrión del feto de una joven.

Cuando comienza la película, secuestran a su objetivo previsto, la muy embarazada Shannon (Konstantina Mantelos), y la retienen como rehén mientras intentan realizar el ritual y traer a su amado Jackson de vuelta a sus vidas. Aunque tienen buenas intenciones (ya sabes, aparte del secuestro), sus acciones están impulsadas por un pacto con el diablo, y esas cosas nunca salen como esperabas.

La película de Justin Dyck equilibra la sensación de dolor y desesperación que impulsa a los Walsh con los espantosos horrores que desatan en su hogar como resultado de sus acciones. Nadie dijo que una reencarnación impulsada por satánicos sería fácil, pero definitivamente conduce a más de lo que esperaban. Todo tipo de fantasmas y demonios comienzan a aparecer, desde los recuerdos de su hija cuando era más joven hasta extraños que sufrieron muertes horribles. La puerta que abrieron no se cierra fácilmente, y aunque mantienen la esperanza de que su nieto regrese si pueden ver esto hasta el final, hacerlo se vuelve cada vez más peligroso y aterrador.

Richings y McCarthy ofrecen actuaciones increíbles en sus respectivos papeles. Henry y Audrey no son malas personas. No se volvieron a Satanás con malas intenciones o el deseo de caos. Son una pareja desesperada que perdió a toda su familia y harán todo lo que esté a su alcance, sin importar cuán horrible sea, para tratar de corregir ese error. En sus muchas conversaciones con Shannon, dejan en claro que no es su intención dañar ni a ella ni a su bebé por nacer. Sus elecciones no se deben a la mala voluntad o las malas intenciones. Los impulsa el dolor.

Intenciones comprensibles o no, sus acciones siguen siendo deplorables, y lo saben. Es un hecho que han aceptado voluntariamente por pura desesperación. Su impulso por hacer que su familia vuelva a estar completa supera cualquier elemento de arrepentimiento, pensamiento lógico o comprensión de sus acciones. Han aceptado su propia decisión y han hecho las paces con ella.

Dyck hace un gran trabajo al equilibrar la motivación del personaje con los momentos de terror. La película no se inclina demasiado hacia un lado u otro. Nuestros protagonistas son reprobables, pero los vemos como lo que son: personas terriblemente tristes que no pueden seguir adelante. Y, sin embargo, esa caracterización no hace nada para obstaculizar los momentos más aterradores de la película, y te garantizo que al menos uno de ellos te dejará retorciéndote en tu asiento.

Siempre debes tener cuidado cuando andas pidiendo favores a Satanás, y Cualquier cosa por Jackson demuestra cuán cierta es esa afirmación.

Puntuación de la película: 4/5

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